Granizado de vacunas

Published by Juan de Gijón on 2020-12-17 in Nerd
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¡Que frío! Desde hace unas semanas, varias empresas han anunciado resultados muy buenos en los estudios de vacunas contra el SARS-CoV-2, como Pfitzer o Moderna. Sin embargo, siempre llama la atención un dato acerca de ellas: se tienen que guardar en un congelador.

Así es, quizás no lo habías oído, pero Moderna indica que la vacuna se debe guardar a -20ºC y quedaría en buen estado durante un mes siempre que se conserve entre 2 y 8 grados. La raíz del problema está en el tipo de vacuna, que se basa en ARNm.
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Espero que te hayas preguntado que es el ARNm, porque te lo voy a explicar igualmente. Aunque ya sabemos que toda nuestra información genética está en forma de ADN, cuando la célula quiere leer un "cachito" determinado, no expone la molécula de ADN directamente.
Recuerda que estamos hablando de células eucariotas, por lo que el ADN está durante toda la vida de la célula (si no toda) dentro del núcleo. Y entonces, ¿cómo se "lee", cómo se sintetizan proteínas? La respuesta es sencilla: se hace una copia del "cacho" que nos interesa.
Este fragmento se denomina ARN mensajero, de ahí la m en ARNm (y si eres bilingüe, mRNA).

Este proceso ocurre igualmente en el SARS-CoV-2, aunque éste se trate de un virus, y, como perteneciente a la Coronaviridae, su información se encuentre en ARN (y no en ADN).
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Este ARNm es producido sintéticamente por las compañías mencionadas al principio. Para que esta biomolécula aguante bien, y, sobre todo, que conserve una forma tridimensional específica, es necesario conservarla correctamente.
Y ahí aparece el frío. Otras vacunas, que utilizan otros métodos (hay muchas maneras de inmunizarse), no son tan exigentes. Pero la necesidad de conservar bien este ARNm obliga a unas cadenas de frío muy exigentes: desde que se produce se conserva en frigoríficos, y cada vez que se mueve, se hace en camiones específicos.
Además, estas neveras deben ser muy precisas, y no pueden fallar nunca, de hecho, tienen alarmas, como si fueran un coche, para avisar ante cambios peligrosos de temperatura. Algunas tienen también una conexión directa a generadores eléctricos que se activan en caso de emergencia.

Como te podrás imaginar, distribuirlas no es fácil. En mi zona, un grupo de expertos propuso construir una nevera aprovechando las cuevas, lo que podría ahorrar ciertos costes. ¿Tú qué opinas?

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