Constituye el cuarto estado de la materia, y se obtiene al calentar lo suficiente a un gas. La diferencia principal radica en el estado de los átomos, ionizados. Podrías pensar que es poco habitual, pero, te sorprendería saber la cantidad de materia que está en este estado, o es que, ¿no sabes a qué temperatura están las estrellas?
Las estrellas más frías, las de color rojo, están a un máximo de 3700K, así que imagínate si hay plasma o no. Pero no hace falta ir al espacio encontrarse con él, otro momento en el que aparece es en los relámpagos. Pero hay un caso todavía más cercano a ti: las televisiones de plasma.
Si, estamos hablando del mismo plasma. La pantalla de este tipo de televisores está dividida en numerosas celdas. En cada una, hay una mezcla de gases nobles. Esta mezcla, cuando se estimula con electricidad, se convierte en plasma, y entonces los fósforos empiezan a emitir luz. Aunque esto permite unos tiempos de reacción más cortos, o colores más intensos, si es cierto que tiene alguna desventaja, por ejemplo, que los fósforos acaban agotándose con el tiempo, por lo que, en comparación con otras tecnologías, tiene una vida útil menor.
Curioso que un elemento tan cotidiano se base en un estado de la materia poco hablado en el colegio, ¿no?
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Illustration by Andrea